Frases: Anne sin filtros – Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Publicado el 21 enero, 2022
por Descubrí Libros
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¡Hola belleza! te comparto por acá las frases que más me gustaron o fueron significativas durante la lectura de «Anne sin filtros» publicado por Molino bajo la distribución de Penguin Random House Grupo Editorial:
- «es algo más que mi mejor amiga. Es mi alma gemela. La persona a la que le confiaría mi vida. La mitad de mi alma está constantemente con ella, la mitad de mi mente, la mitad de todo mi ser. Por aburrida o monótona que sea mi historia, merece la pena simplemente por el hecho de que sé que ella y yo hemos llegado a este mundo porque teníamos que encontrarnos.» Pág 15
- «Nos sonreímos todavía más. ¿No es maravilloso cuando surge una conexión instantánea entre dos desconocidos? En esos momentos es inevitable pensar que el destino tiene que existir, porque no hay otras palabras para definir un vínculo tan mágico.» Pág 17
- «Matthew sonríe. Siempre que lo hace, las arrugas de los ojos se le marcan más y se convierten en surcos preciosos, como si fueran los caudales de un río. Tío Matthew tiene una de esas caras que cuentan relatos de hace muchos años, capaces de transportarte a otro tiempo y despertar la imaginación.» Pág 28
- «Siempre ha tenido una risa preciosa, lo más parecido al trino de un pajarillo. Cuando ríe, sus ojos se iluminan y sus mejillas redondas se sonrojan un poquito y dan ganas de besuquearlas.» Págs 30-31
- «Bocazas. Soy una bocazas. Anne, con e de estúpida. Anne, la de la lengua más suelta del mundo. Anne sin filtros.» Pág 84
- «Yo pienso en todos los besos que he narrado y las maneras en las que los he descrito y me doy cuenta de que ahora, cuando más necesito saber cómo funcionan, no tengo ni idea, ni se me ocurre ninguna metáfora para comparar la manera en la que se siente el momento en el que nuestras bocas vuelven a encontrarse.
Solo puedo cerrar los ojos.
Suspirar.
Dejarme llevar.
No hay grandes descripciones.
Solo silencio y besos que saben a limón.» Pág 117 - «Sentada en su trono con la mirada más clara y profunda que la muchacha había visto nunca. Elayne sintió que se volvía a ahogar, como si aquellas pupilas fueran unas nuevas aguas que ningún marinero podía surcar sin correr peligro.» Pág 134
- «Puede de verdad que fuera ahí, en aquella mirada, cuando entendí que además de con príncipes azules también podía soñar con princesas.» Pág 136
- «El sueño idealizado de un alma gemela que se encuentra en una mirada.» Pág 137
- «Yo, al fin y al cabo, también me he sentido muchas veces como ella: atrapada en un lugar demasiado pequeño, en una rutina demasiado estrecha. Yo también sé lo que es echar de menos algo que nunca he tenido todavía.» Pág 166
- «En fin, su pongo que era más fácil seguir como siempre, ¿no? Es más fácil estar con chicos, obligarme a que me interesen aunque en el fondo no sea así, que les gusten a mis padres y que me entretengan un rato. Y después dejarlos, y a ti… A ti tenerte siempre cerca como mi mejor amiga.» Pág 179
- «No sé cuánto tiempo paso haciéndolo: solo soy consciente de que, en cuanto encuentro la primera palabra, llegan en tropel todas las demás, y que hacía mucho que no me sentia tan inspirada y con tantas ganas de narrar algo. Algo además, completamente nuevo. Es un momento maravilloso, ese en el que eres una con la historia, en el que puedes escuchar a los personajes susurrarte al oído. No sé si en el amor hay siempre música de fondo, pero sé que para mi escribir tiene sonido propio, que hay ritmo escondido en las teclas que tengo bajo las manos.» Pág 222
- «Por primera vez en mi vida, pese a que llevo tanto tiempo acostumbrada a ser dos personas a la vez, pienso en lo cansado que es existir a veces tras un filtro en vez de vivir siempre sin él.» Pág 277
- «He descubierto que no hace falta que las cosas sean tal y como me he imaginado para que, de una manera u otra, sean perfectas, incluso con sus pequeños desajustes.» Pág 293
- «Tiene que ser horrible medir cada uno de tus movimientos, cada una de tus palabras. Tiene que ser horrible no poder coger de la mano a la persona que quieres. No poder… ser tú.» pág 347
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